DÍA 15 – 5 – 2024:
FESTIVIDAD DE SAN ISIDRO:
Hoy paseando por el Pardo a la orilla del Río Manzanares, con mi familia me recordaba cuando, celebrábamos la fiesta de San Isidro en el pueblo, era muy familiar, disfrutábamos preparando para irnos a la Ermita del Santo, en esos tiempos todos los del pueblo íbamos en carros con las mulas, que eran las que tiraban del transporte, salíamos muy de mañana para poder llegar a tiempo de oír misa, era muy divertido, pues todos cantábamos, hasta que llegábamos al rio que era donde estaba la ermita, recuerdo con que ilusión nuestros padres y los abuelos preparaban la comida, todo era armonía entre los vecinos nos intercambiábamos la comida, todo era de todos, pasábamos el día en la pradera, después de la misa tocaba la banda de música, y las niñas que bailaban para animar la fiesta vestían con los trajes típicos del pueblo, por la tarde después de la comida los mayores jugaban a las cartas, y al caer el Sol recogíamos para volver a casa, más de una vez nos cayeron alguna que otra tormenta, años más tarde llegaron los coches, ya no era lo mismo, se acabaron las caravanas y el comer todos en armonía, siempre que he ido los recuerdos no me dejan disfrutar del momento, supongo que es debido a la perdida de los seres queridos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
FESTIVIDAD DE SAN ISIDRO:
Hoy paseando por el Pardo a la orilla del Río Manzanares, con mi familia me recordaba cuando, celebrábamos la fiesta de San Isidro en el pueblo, era muy familiar, disfrutábamos preparando para irnos a la Ermita del Santo, en esos tiempos todos los del pueblo íbamos en carros con las mulas, que eran las que tiraban del transporte, salíamos muy de mañana para poder llegar a tiempo de oír misa, era muy divertido, pues todos cantábamos, hasta que llegábamos al rio que era donde estaba la ermita, recuerdo con que ilusión nuestros padres y los abuelos preparaban la comida, todo era armonía entre los vecinos nos intercambiábamos la comida, todo era de todos, pasábamos el día en la pradera, después de la misa tocaba la banda de música, y las niñas que bailaban para animar la fiesta vestían con los trajes típicos del pueblo, por la tarde después de la comida los mayores jugaban a las cartas, y al caer el Sol recogíamos para volver a casa, más de una vez nos cayeron alguna que otra tormenta, años más tarde llegaron los coches, ya no era lo mismo, se acabaron las caravanas y el comer todos en armonía, siempre que he ido los recuerdos no me dejan disfrutar del momento, supongo que es debido a la perdida de los seres queridos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.