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DÍA – 16 – 12 – 2024:
CONSUMIMOS DEMASIADO
Se acerca la Navidad y los gastos se disparan, parece que el resto del año no comemos, una semana antes nos pasamos todos los días comprando y cocinando, las neveras a tope, y todo nos parece poco para esos días, los mariscos nos rompen el presupuesto del mes, porque no somos capaces de cenar algo sencillo, como el pollo, algo que hace unos años era un manjar, en esos tiempos nos conformábamos con una cena mas sencilla, puede que se deba a que en algún tiempo lo pasamos algo apurados, y cualquier cosa fuera de lo más normal, nos parecía un verdadero manjar, (un ejemplo) recuerdo que el postre era arroz con leche, pero no se hacía con leche, sino con agua, por eso le llamábamos arroz dulce, cocido y por encima se le ponía canela, nos parecía que estaba riquísimo, de marisco era bacalao rebozado, la tortilla de patata tenia muy poco huevo, mi abuela se daba muy buena maña, para que no se notara el poco huevo que tenía, eso sí le dábamos mucha importancia a la fiesta, tocábamos la zambomba en la sobremesa, cantando villancicos, eran tiempos donde se reunían todas las familias para pasar la noche juntos, esperando la llegada del niño Jesús, por la mañana el desayuno se hacía con picatostes, que era el pan duro frito con un poco de azúcar y nada de leche, era suero y nos parecía algo delicioso, con este menú el gasto era mínimo, lo mas importante era que nos juntábamos toda la familia, no se quedaba ningún anciano solo en casa, en estos tiempos, de consumismo, hay muchas personas que lo pasan solos en casa. Tenemos de todo, pero estamos más solos que nunca, por eso las navidades cada vez son más frías, nos falta amor al prójimo.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
CONSUMIMOS DEMASIADO
Se acerca la Navidad y los gastos se disparan, parece que el resto del año no comemos, una semana antes nos pasamos todos los días comprando y cocinando, las neveras a tope, y todo nos parece poco para esos días, los mariscos nos rompen el presupuesto del mes, porque no somos capaces de cenar algo sencillo, como el pollo, algo que hace unos años era un manjar, en esos tiempos nos conformábamos con una cena mas sencilla, puede que se deba a que en algún tiempo lo pasamos algo apurados, y cualquier cosa fuera de lo más normal, nos parecía un verdadero manjar, (un ejemplo) recuerdo que el postre era arroz con leche, pero no se hacía con leche, sino con agua, por eso le llamábamos arroz dulce, cocido y por encima se le ponía canela, nos parecía que estaba riquísimo, de marisco era bacalao rebozado, la tortilla de patata tenia muy poco huevo, mi abuela se daba muy buena maña, para que no se notara el poco huevo que tenía, eso sí le dábamos mucha importancia a la fiesta, tocábamos la zambomba en la sobremesa, cantando villancicos, eran tiempos donde se reunían todas las familias para pasar la noche juntos, esperando la llegada del niño Jesús, por la mañana el desayuno se hacía con picatostes, que era el pan duro frito con un poco de azúcar y nada de leche, era suero y nos parecía algo delicioso, con este menú el gasto era mínimo, lo mas importante era que nos juntábamos toda la familia, no se quedaba ningún anciano solo en casa, en estos tiempos, de consumismo, hay muchas personas que lo pasan solos en casa. Tenemos de todo, pero estamos más solos que nunca, por eso las navidades cada vez son más frías, nos falta amor al prójimo.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.