Había una vez un
pueblo pequeño, venido a menos, pero que sus habitantes eran muy buenas personas, aunque como en todos los
pueblos, había ciertas rencillas, envidias y malos entendidos, pero que en el fondo no era nada importantes. Se cuestionaba, una y otra vez, la labor que venía haciendo el
Ayuntamiento y en particular el alcalde, y la verdad es que la mitad o un poco mas estaba satifecha y la otra mitad no lo estaba con la gestión municipal. Todos aquerían lo mejor para su pueblo, pero por "quitame
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