¡Vaya sesiones de obsesiones! La democracia se demuestra en las urnas, tiene razón el que escribió que voten al que quieran y que haya respeto y amor por el pueblo. Las obsesiones nunca son buenas suelen ir acompañadas de: depresiones, stress y mal rollo. ¡Viva la alegría!, ¡aprovechemos el tiempo en hacer felices a nuestros paisanos! Contemos cosas alegres o mirémoslas desde el punto de vista mejor que haya.