Muchos y grandes recuerdo me traen a la memoria lo que has escrito. Síguelo haciendo. Como cuando íbamos a las eras de la vía a jugar al fútbol contra los de Pajares; nos parecía que era la CHAMPION, con nuestro entrenador ZIDANE. Nuestro amigo PEPITO. Un fuerte abrazo.
De un refrán muy conocido había un dicho en el pueblo "Hay tres días en el año que relucen mas que el sol: La matanza, el esquileo y el día de la Función" Supongo que se habrá perdido porque ya no hay matanza ni esquileo que celebrar, sólo queda la Función (léase La Cruz). Cierto que eran tres días muy importantes y de gran juerga y juegos para los chicos. En la matanza empezábamos con la matanza del cerdo en la calle, luego "chamuscarlo" con paja de centeno etc. etc. y antes de que nadie se diera cuenta ya nos estábamos comiendo el rabo y los bordes de las orejas bien chamuscadas. Una vez abierto en canal y sacadas las tripas, nos daban la vejiga y nos pasábamos la mañana jugando, hasta que reventaba. Había que llevar una muestra de carne a D. Gerardo para que la mirara por el microscopio para asegurar quer el animal no tuviera triquina. Me encantaba mirar y que me explicara lo que estaba viendo. La matanza duraba tres dias y lo nuestro era jugar, comer y hacer algún recado que nos mandase.
De pequeño siempre oía comentar que el Ayuntamiento de Adanero era de los más ricos de la comarca, no lo entendía porque yo no tenía un duro..., bromas aparte, supongo que sería por lo que cobraba de contribuciones. Me acuerdo cuando el Tío Pablo, el aguacil, daba el pregón tocando dos veces la corneta (si el pregón era oficial, dos veces, si era comercial, una) por las esquinas del pueblo " por orden del señor alcalde se hace saber que se procederá a cobrar la contribución, el día tal de tal hora a al hora en el Ayuntamiento. Otro ingreso importante era y seguramente es, la corta del pinar. Supongo se venderían los troncos en subasta y con las copas y troncos más delgados se hacían lotes que el Ayuntamiento numeraba y se adjudicaban a los vecinos, previo pago de una cantidad de pesetas. A esto se llamaba "la suerte", creo que por dos motivos, primero por la calidad y cantidad de leña que se podría obtener para las estufas y lumbres y segundo porque como tardarás en ir a recoger tu lote, la suerte estaba en que no te lo encontrarás muy mermado. Un saludo