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ADANERO: LAS CANDELAS.- Hace tantos años como los que yo tengo,...

LUISITO DE POZALDEZ.- Luisito forma parte de mi infancia. Este hombre fue muy querido en Adanero. Yo era una niña, ahora tengo muchos años, pero mi mente sigue viéndole como era. Persona simpática, sin malicia, alegre, pocas personas como él. Luisito daba más que recibía. Se le veía llegar por el camino de la vía con su gorra negra, su manta echada al hombro sus alforjas, su vara, al verle por los cristales de la escuela esta se acababa y corríamos a casa a decir a nuestros padres ha llegado LUISITO DE POZALDEZ, y salían a la puerta ¡Hola Luisito!, el pueblo era un hervidero de alegría. Luisito echanos una copla. Y Luisito cantaba: ESTE ES EL MOZO DE POZALDEZ PARA LAS MOCITAS ECHATE UN BAILÉ SI SON GUAPAS ECHARÉ UNO SI SON FEAS NO ECHARE NINGUNO y daba vueltas y vueltas y al terminar su clásico salto. ¡Que feliz nos hacía Luisito!. No había casa que no le diese una propina pan o tocino. Es imposible citar los pueblos que visitaba. Por esto y por sus cantos se le puede considerar el último juglar de la Moraña. Todos los adanerenses de mi edad que lean esto de Luisito lo tendrán en la memoria. Luisito síguenos cantando desde el cielo. Un fuerte abrazo a todos.

LAS CANDELAS.- Hace tantos años como los que yo tengo, un día como hoy, salía la Vírgen de nuestro pueblo de su templo parroquial con una vela encendida en las manos en procesión por los alrededores de la Iglesia; Llevaba la Cruz un mozo de los de entonces, a los lados Ipín y Ciriaco como monaguillos con sus ciriales encendidos y vestidos con los roquetes blancos y rojos, a continuación el estandarte portado por otro mozo, luego el pendón llevado por Chencho mozo de gran talla y mucha fuerza y detrás de la Virgen cantando letanías en latín D. Antolín y el tío Sacristán con el calderillo. Se decía en el pueblo que si la Virgen entraba en la Iglesia con la vela encendida el invierno estaba fuera; pero solía apagarse por detrás de la Iglesia, así que teníamos invierno para rato Esta fiesta era auspiciada por la familia de los Tardíos que luego nos invitaban a un banquete; desapareció esta hermosa tradición a los pocos años. Un fuerte abrazo.