El palacio de los Condes de Adanero, el Palacio para los del pueblo, albergó durante muchos años el Cuartel de la Guardia Civil, mejor dicho "Casa Cuartel de la Guardia Civil" porque en el habitaban con sus familias, a excepción del Brigada que lo hacía en una casa que hay mas abajo de "La Sindical", esquina a la calle El Rollo, enfrente donde tenía la fragua el tío Moñibas. Cuando entrábamos, salíamos de la escuela o en el recreo era normal ver a la pareja de guardias que llegaba o salía a patrullar o hacer algún servicio ya fuera andando, en bici o a caballo. Habían dos caballos, uno "normal" y el otro tenía hundido el espinazo, hacía la forma de la silla de montar y cada día su cuidador los sacaba a pasear por el camino del Cristo. Siempre pensaba lo complicado y difícil que sería ir en bicicleta con el capote, casi hasta los pies, el mosquetón y el tricornio. Tengo una buena amiga, la mejor y a quien quiero como tal que me dice que le gusta recordar la niñez y que tal vez es porque se hace mayor, puede ser, pero solo hay que recordar lo que te ha hecho feliz en la vida, el resto, vale la pena olvidarlo y que se marche por el "albañal", así que a seguir recordando. Un fuerte abrazo