Ermita de estilo
gótico, con
arcos helicoidales y con cuatro chapiteles rematados con pináculos, fue rehabilitada en 1981 y está delimitada por una verja renacentista.
Se trata del único humilladero de los cinco que poseía la villa. En su interior destacamos la
escultura magnífica de
Cristo crucificado. Servía a los viajeros para rezar antes de su partida.