Hola a todos los que leáis este mensaje:
Quería contaros, que ayer estuve en Candelada visitando a un grupo de personas con problemas de toda índole: desde niños y adultos con el síndrome de Down, niños con enfermedades como la diabetes; un niño celíaco, etc., con un denominador común, el desahucio y maltrato de sus padres y abandonados a su suerte si no fuera por quien se ocupa de ellos: ángeles, que con amor, generosidad, compasión, fe y un gran esfuerzo, se ocupa de ellos como si de sus hijos se tratara; contando también con ayuda externa de personas que con sus aportaciones, bien en forma de alimentos, o de ropas, medicamentos e incluso con su propia dedicación, han hecho posible que estas personas tan necesitadas, pasen unos días felices en el entorno que Candelada les ofreció generosamente, no sólo brindándoles sus corazones, sino, también sus instalaciones para pasar unos días, en los que puedan vivir una realidad muy distinta a la que están acostumbrados.
Durante mi visita, aunque corta, es quizá una de las experiencias más gratificantes y enriquecedoras que hasta ahora he tenido. Nunca he sentido tan intensamente la gratitud que demostraron todos los allí presentes (desde ángeles, hasta sus protegidos), con abrazos, que llegaban muy hondos, y besos desde el corazón; cantándonos; percibiendo sus miradas inocentes…No tengo palabras para describirlo.
Por todo esto, doy gracias por haber tenido la oportunidad de visitarlos; que por medio de los que quisieron prestar su ayuda se ocuparon de buscar un lugar para instalarlos, ya que en su día buscaron aquí, en Arenas, y no tuvieron ninguna oportunidad, pues todas las puertas que tocaron estaban cerradas. Les acogieron en Candelada y he tenido la gran suerte de conocer a una de estas personas que se ofrecieron en la búsqueda dándome la oportunidad de conocer a algunos de estos chicos y a su protectora. Ni que decir tiene que esto no es una crítica hacia nadie, ni es la intención tampoco de crear ninguna rivalidad entre nuestros pueblos, pues muchas personas de Arenas están cooperando con la misma dedicación que Candelada y muy posiblemente otros pueblos; pero como no es el caso, el único cometido de este mensaje es contaros lo que yo sentí, y estoy segura, que vosotros sentiríais, porque, nunca dando tan poco me han correspondido con algo tan grande.
Gracias a ángeles y a tantas personas como ella, que dedican su vida a los demás dándonos un verdadero ejemplo de amor al prójimo, despertando nuestros corazones; y enseñándonos que en este mundo hay algo más que nosotros mismos.
Este es el segundo año que vienen, y espero que vuelvan muchos años más para intentar seguir aportando lo que buenamente se pueda, y así, no olvidar que existen realidades, que aunque tristes, nos enseñan mucho.
Se irán este domingo, 30-7-06. Si alguien quiere hacerles una visita, estoy segura de que ellos estarán encantados. O, quizás el próximo año.
Quería contaros, que ayer estuve en Candelada visitando a un grupo de personas con problemas de toda índole: desde niños y adultos con el síndrome de Down, niños con enfermedades como la diabetes; un niño celíaco, etc., con un denominador común, el desahucio y maltrato de sus padres y abandonados a su suerte si no fuera por quien se ocupa de ellos: ángeles, que con amor, generosidad, compasión, fe y un gran esfuerzo, se ocupa de ellos como si de sus hijos se tratara; contando también con ayuda externa de personas que con sus aportaciones, bien en forma de alimentos, o de ropas, medicamentos e incluso con su propia dedicación, han hecho posible que estas personas tan necesitadas, pasen unos días felices en el entorno que Candelada les ofreció generosamente, no sólo brindándoles sus corazones, sino, también sus instalaciones para pasar unos días, en los que puedan vivir una realidad muy distinta a la que están acostumbrados.
Durante mi visita, aunque corta, es quizá una de las experiencias más gratificantes y enriquecedoras que hasta ahora he tenido. Nunca he sentido tan intensamente la gratitud que demostraron todos los allí presentes (desde ángeles, hasta sus protegidos), con abrazos, que llegaban muy hondos, y besos desde el corazón; cantándonos; percibiendo sus miradas inocentes…No tengo palabras para describirlo.
Por todo esto, doy gracias por haber tenido la oportunidad de visitarlos; que por medio de los que quisieron prestar su ayuda se ocuparon de buscar un lugar para instalarlos, ya que en su día buscaron aquí, en Arenas, y no tuvieron ninguna oportunidad, pues todas las puertas que tocaron estaban cerradas. Les acogieron en Candelada y he tenido la gran suerte de conocer a una de estas personas que se ofrecieron en la búsqueda dándome la oportunidad de conocer a algunos de estos chicos y a su protectora. Ni que decir tiene que esto no es una crítica hacia nadie, ni es la intención tampoco de crear ninguna rivalidad entre nuestros pueblos, pues muchas personas de Arenas están cooperando con la misma dedicación que Candelada y muy posiblemente otros pueblos; pero como no es el caso, el único cometido de este mensaje es contaros lo que yo sentí, y estoy segura, que vosotros sentiríais, porque, nunca dando tan poco me han correspondido con algo tan grande.
Gracias a ángeles y a tantas personas como ella, que dedican su vida a los demás dándonos un verdadero ejemplo de amor al prójimo, despertando nuestros corazones; y enseñándonos que en este mundo hay algo más que nosotros mismos.
Este es el segundo año que vienen, y espero que vuelvan muchos años más para intentar seguir aportando lo que buenamente se pueda, y así, no olvidar que existen realidades, que aunque tristes, nos enseñan mucho.
Se irán este domingo, 30-7-06. Si alguien quiere hacerles una visita, estoy segura de que ellos estarán encantados. O, quizás el próximo año.