En la actualidad este
castillo -que durante años fue silo de cereales- es un
monumento protegido declarado Conjunto Histórico
Artístico, gestionado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), ha sido restaurado para adaptar sus espacios como centro de visitantes y acoge una instalación expositiva permanente dedicada a la
agricultura donde se muestra la trayectoria del
edificio y se rinde
homenaje a la cultura agrafia española como elemento fundamental de desarrollo.