La
Iglesia de
Santa María la Mayor en
Arévalo (provincia de
Ávila,
Castilla y León,
España), es una obra de estilo mudéjar construida entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII. Se encuentra situada en la
Plaza de la Villa, dentro de un recinto
monumental de gran interés formado por la Iglesia de
San Martín, la
casa de los Sexmos y un conjunto de
arquitectura popular, todo ello en torno a una plaza porticada.
Descripción
La Iglesia consta de una sola nave, con
ábside semicircular y
torre a los pies. El acceso se realiza por dos sencillas
puertas.
En su interior, el ábside se cubre con
bóveda de cuarto de esfera, precedido de tramo recto cubierto con bóveda de cañón. La nave está cubierta por una sencilla estructura de par y nudillo.
Pantocrátor
En el interior lo más destacable son las pinturas de la cabecera y el artesonado del sotocoro. Las pinturas más antiguas góticas del XIV, se encuentran en la cabecera; se trata de un Pantocrátor rodeado de mandorla, con la Jerusalén Celeste en los pies. Bendice con la diestra y sostiene una esfera que puede aludir al universo coronada por una
cruz con la izquierda. En el cuerpo de
ventanas encontramos escenas de difícil interpretación debido al mal estado en que se encuentran.
A los pies se sitúa la torre a la que se accede por una
puerta elevada situada en el
coro. Tiene planta cuadrada que se eleva mediante una sucesión de cajones de mampostería encintada, reforzada en los ángulos por la disposición de los ladrillos a modo de contrafuertes La
piedra solo se utiliza en los ángulos de la parte baja. La decoración se centra sobre los vanos apuntados mediante frisos de ladrillos en esquinilla. Al exterior el cuerpo bajo de la torre está atravesado por un
arco, por debajo del cual atraviesa la
Calle Santa María.
Al exterior la cabecera semicircular presenta tres cuerpos decorados con
arcos ciegos de medio punto doblados, sobre los que se prolonga un muro de mampostería con hiladas dobles de ladrillo. El tramo recto se decora con tres cuerpos de arcos ciegos doblados de medio punto y prolonga su alzado en mampostería con intercaladas hiladas de ladrillo. Las arquerías ciegas, a diferencia de las del ábside, se encuadran en una retícula cuadriculada.