La
Iglesia consta de una sola nave, con
ábside semicircular y
torre a los pies. El acceso se realiza por dos sencillas
puertas. En su interior, el ábside se cubre con
bóveda de cuarto de esfera, precedido de tramo recto cubierto con bóveda de cañón. La nave está cubierta por una sencilla estructura de par y nudillo. En el interior lo más destacable son las pinturas de la cabecera y el artesonado del sotocoro. Las pinturas más antiguas góticas del XIV, se encuentran en la cabecera; se trata de un Pantocrátor rodeado de mandorla, con la Jerusalén Celeste en los pies.