Ávila fue una de las diecisiete ciudades de la Corona de Castilla —junto con Burgos, Córdoba, Cuenca, Guadalajara, Jaén, León, Madrid, Murcia, Salamanca, Segovia, Sevilla, Soria, Toledo, Toro, Valladolid y Zamora— con el privilegio —se consideraba como tal a pesar de los gastos que suponía— del derecho a voto en Cortes tras la reducción del número de estas por parte de los Reyes Católicos en 1480. Este conjunto de ciudades, con la excepción de Toro, acabaron configurando provincias actuales.