No es mucha la
información que se puede obtener de la presencia árabe en la provincia de
Ávila. Si que parece claro sin embargo, que la ciudad fue un punto estratégico muy apreciado por ambos bandos, ya que las batallas por su posesión fueron constantes, habiendo numerosas incursiones a mano de los cristianos que nunca llegaban a perpetuarse en Ávila. Las campañas llevadas a cabo por el
ejército cristiano a cargo de Alfonso I para combatir la invasión de los musulmanes, muchas veces no tenían como objetivo la ocupación permanente de las ciudades, sino destruir sus defensas, saquear sus despensas o riquezas, y apropiarse de los trabajadores y guerreros que pudieran servir a la causa cristiana llevándolos más tarde a provincias más seguras situadas al norte de Ávila.