Sí, es cierto que el pueblo está casi vacío en invierno, pero no lo es menos que en invierno, gracias a la Covatilla, es cuando hay más demandas hosteleras. Las casas rurales, que cada vez son más, alcanzan un elevado grado de ocupación los fines de semana, los puentes, en Navidad, en Semana Santa... Pueblos como Bohoyo o Navalonguilla cuentan con estupendos hoteles que funcionan muy bien. ¿Por qué en Becedas no iba a funcionar?