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A Juan Carlos Pastor Gómez, Mi Hermano
Escribe Chus Pastor
24/05/2013
Dos años que la vida nos cambió. A partir de el 24 de mayo de 2011, pasamos de tener un sol radiante en casa a vivir a media luz; de tener conversaciones y palabras, aunque fuera en peleas, a estar medio mudos; de tener un risa de ji ji ji, como tu hacías, a estar, tan sólo, sonriendo. Nuestra existencia se ha dividido en dos, ha quedado partida y todo ha cambiado.
Perder un ser querido, mi hermano pequeño, es algo tan duro que no lo puede explicar. Es un dolor tan hondo, tan grande que ni las lágrimas te alivian, el corazón parece que se parte, el estomago se encoge, no puedes respirar y te ahogas pero no hay solución. Te sientes tan impotente de no haber podido salvarle de su enfermedad que te revelas contra todo lo que te rodea y lo peor no encuentras sentido a no poder verle más, No poder sentirle, verle, oírle, olerle y tocarle es.. es querer morirte para volver a abrazarle, pero.. respiras, reaccionas y te das cuenta de que, jamás volverás a estar a su lado.
Ahora es el tiempo de recordar lo bonito y bueno que hemos pasado contigo, mi hermano Juan Carlos, las risas, los viajes, los chistes (regulares eh), la música, la radio y su programación. " ¡Siempre Conmigo! ¡Mi Niño Grande!".
Escribe Chus Pastor
24/05/2013
Dos años que la vida nos cambió. A partir de el 24 de mayo de 2011, pasamos de tener un sol radiante en casa a vivir a media luz; de tener conversaciones y palabras, aunque fuera en peleas, a estar medio mudos; de tener un risa de ji ji ji, como tu hacías, a estar, tan sólo, sonriendo. Nuestra existencia se ha dividido en dos, ha quedado partida y todo ha cambiado.
Perder un ser querido, mi hermano pequeño, es algo tan duro que no lo puede explicar. Es un dolor tan hondo, tan grande que ni las lágrimas te alivian, el corazón parece que se parte, el estomago se encoge, no puedes respirar y te ahogas pero no hay solución. Te sientes tan impotente de no haber podido salvarle de su enfermedad que te revelas contra todo lo que te rodea y lo peor no encuentras sentido a no poder verle más, No poder sentirle, verle, oírle, olerle y tocarle es.. es querer morirte para volver a abrazarle, pero.. respiras, reaccionas y te das cuenta de que, jamás volverás a estar a su lado.
Ahora es el tiempo de recordar lo bonito y bueno que hemos pasado contigo, mi hermano Juan Carlos, las risas, los viajes, los chistes (regulares eh), la música, la radio y su programación. " ¡Siempre Conmigo! ¡Mi Niño Grande!".