RELATO SAN BLAS 2010
Bercial de Zapardiel (Ávila)
http://bercialdezapardiel. com/SA BLAS 2010/SAN BLAS 2010-REPOR-1. htm
PROCESIÓN (3 de febrero)
Después de finalizar el acto religioso las quintas y quintos, ayudados por los padres, bajan de la mesa en la que está situada, en la parte derecha del altar, las andas con la estatua de San Blas. Para portar las andas se sitúan en la parte delantera Bárbara y Francisco, a los que por sorteo había tocado sacar al santo en esta posición. En la parte posterior van María, Miguel Ángel, Patricia, Judith y Arancha. Ocupando estas posiciones avanzan por el pasillo de la nave central de la Iglesia hasta llegar a la puerta sur, por donde se sale a la calle de la Iglesia para procesionar. Al traspasar el umbral de la puerta, en el exterior luce un día estupendo. El sol ilumina pletórico, con toda su fuerza, la puerta y la fachada de la iglesia. Allí se encontraba concentrado y expectante todo el pueblo de Bercial, para asistir, como testigos, a ese momento emocionante. Al hacer acto de presencia la imagen de San Blas, portado a hombros de los quintos/as, la gente empieza a aplaudir y lanzar a coro, vivas al Santo. Todos los años a la puerta se forma un cierto tumulto o aglomeración para llevar a cabo la ya tradicional sesión fotográfica de los quintos/as con la familia para tener un recuerdo y como testimonio del paso, este año, de la quinta del 2010. Antes de iniciar la bajada del Santo por las escaleras se oyó un atronador: ¡vivan los quintos! y ¡viva San Blas!, que Francisco y Miguel Ángel lanzaron con mucha energía, al que todo el pueblo respondió al unísono, ¡Viva San Blas!
De esta forma, y lentamente, se inicia la Procesión. Paso a paso se va abriendo camino entre la aglomeración de los primeros metros. Después de pasar el estrechamiento de la calle La Iglesia, y entrar en el tramo de calle más ancha, como corresponde al ritual, los quintos/as y mozos siempre solicitaban permiso al cura para bailar la jota delante del Santo. Este año, según me informa una de las quintas, no sé si porque nadie les había informado, por olvido, o porque la dirección de la procesión la llevaba un Diácono, se han saltado este trámite. El primer baile de la jota se inaugura nada más pasar el estrechamiento de calle entre la Iglesia y la Casa de la familia Pérez. Así, de esta forma y sin parar, estaremos bailando hasta regresar al punto de partida.
Bárbara y Judith son las primeras que saltan al centro de la calle e inician el baile con la tradicional jota de nuestro pueblo “La Mariloli”. De inmediato, y unos metros más adelante, se le unen todas las demás quintas, María, Patricia y Arancha. Observando con detalle se puede comprobar que a las chicas no se las da mal la jota, se nota que se han preocupado de ensayar los pasos para no desentonar en un día tan importante. Los chicos, Francisco y Miguel Ángel, se suman al grupo. De verdad, que en lo tocante al baile y el cante los chicos en general (bueno haciendo honor a la verdad, en esto y en otras cosas más) somos más torpes que las chicas. Nada más había que observar a los quintos, dando los primeros pasos y lo que les costó coger el ritmo de la jota. Después de dejar a los protagonistas del evento que lucieran sus dotes de bailarines, se unen a la jota un gran número de jóvenes y gente mayor del pueblo. Al llegar a la plaza de la Constitución podemos observar la energía con la que bailan dos “mozos” muy bailones ellos, y de los que más bailan todos los años en todo el trayecto de la Procesión: José Rodríguez y Pepe de Castro. Por esta razón no es de extrañar que estén presentes en varias de las fotografías del reportaje.
Procesión 2010. /FR
Primera parada Plaza-Calle Medina
Sin parar ni un segundo de bailar llegamos a la plaza y la calle Medina. En este lugar la procesión hace su primera parada de varios minutos. Como marco y trasfondo: la panera de los hermanos García Hidalgo y la Iglesia. En este lugar, más abierto, se cuenta con un espacio mayor lo que propicia que se anime más gente a participar en la jota. Aquí fue cuando yo mismo salté al ruedo para bailar una jota con mi hija María. Bueno, como alguno somos de lágrima fácil, no quiero describir con palabras la profunda emoción y el enorme orgullo que sentí al llevar a cabo ese sencillo pero entrañable acto. A partir de aquí que cada uno aporte de su propia cosecha y con imaginación lo que se puede llegar a sentir como padre y Bercialeño en esos momentos. Unas quince o veinte parejas más se unen a nosotros y se van turnando en el baile; unos lo dejan para tomar aliento, y los sustituyen otros de refresco, para no cesar de bailar y acompañar al Santo.
He de reconocer que no soy muy aficionado a bailar, y por lo tanto, no suelo prodigarme a la hora de participar en la jota. Creo que la vez anterior fue (como no podía ser de otra forma) cuando entró en quinta mi hijo Fernando, en el año 2004. Y no es que no me guste, pero claro, cada uno participa y ve la fiesta de una forma distinta, unos con su participación directa y activa, y otros, como yo, recogiendo el testimonio visual, gráfico u escrito de este acontecimiento de la fiesta o de otros que han sucedido en el pueblo. Precisamente, por situarme en esa parte de la celebración, no he salido casi nunca en los reportajes fotográficos, como es lógico, no se puede estar en misa y repicando.
(En los últimos 25 años he visto la fiesta a través del objetivo de mí cámara fotográfica o la de vídeo, siendo testigo privilegiado de instantes muy importantes vividos en el transcurso de las fiestas y en otros momentos históricos acaecidos en nuestro pueblo. Cientos, miles de fotografías están almacenadas en mi archivo fotográfico, pero no sólo de las fiestas, sino también de cualquier acontecimiento importante que haya sucedido en el pueblo en estas últimas décadas. Desde las avenidas del río Zapardiel, en el año 1997, hasta la última: la inauguración del Aula Arqueológica del Tomillar en junio de 2009. Pero si este archivo es un tesoro para mí, más importante son aún los miles de documentos que he logrado reunir relacionados con la historia de Bercial desde el año 1250 (S. XIII) primera referencia escrita que aparece sobre la historia de Bercial hasta nuestros días. Documentos y legajos que he recopilado durante años en mi peregrinar por los archivos Históricos de varias provincias: desde el Archivo Histórico Provincial y el Archivo Diocesano en Ávila; el Archivo Histórico Nacional de Simancas, el Histórico Provincial, el Diocesano y La Chancillería en Valladolid; El Archivo Diocesano de Salamanca y el Archivo histórico Nacional en Madrid. Espero y deseo que esta documentación (interesantísima y apasionante en muchos casos) en la que esta plasmada la historia de ocho siglos de nuestro pueblo, algún día nos sirva para hacer la historia de Bercial.)
Un Saludo.
Bercial de Zapardiel, 24 de marzo de 2010
Bercial de Zapardiel (Ávila)
http://bercialdezapardiel. com/SA BLAS 2010/SAN BLAS 2010-REPOR-1. htm
PROCESIÓN (3 de febrero)
Después de finalizar el acto religioso las quintas y quintos, ayudados por los padres, bajan de la mesa en la que está situada, en la parte derecha del altar, las andas con la estatua de San Blas. Para portar las andas se sitúan en la parte delantera Bárbara y Francisco, a los que por sorteo había tocado sacar al santo en esta posición. En la parte posterior van María, Miguel Ángel, Patricia, Judith y Arancha. Ocupando estas posiciones avanzan por el pasillo de la nave central de la Iglesia hasta llegar a la puerta sur, por donde se sale a la calle de la Iglesia para procesionar. Al traspasar el umbral de la puerta, en el exterior luce un día estupendo. El sol ilumina pletórico, con toda su fuerza, la puerta y la fachada de la iglesia. Allí se encontraba concentrado y expectante todo el pueblo de Bercial, para asistir, como testigos, a ese momento emocionante. Al hacer acto de presencia la imagen de San Blas, portado a hombros de los quintos/as, la gente empieza a aplaudir y lanzar a coro, vivas al Santo. Todos los años a la puerta se forma un cierto tumulto o aglomeración para llevar a cabo la ya tradicional sesión fotográfica de los quintos/as con la familia para tener un recuerdo y como testimonio del paso, este año, de la quinta del 2010. Antes de iniciar la bajada del Santo por las escaleras se oyó un atronador: ¡vivan los quintos! y ¡viva San Blas!, que Francisco y Miguel Ángel lanzaron con mucha energía, al que todo el pueblo respondió al unísono, ¡Viva San Blas!
De esta forma, y lentamente, se inicia la Procesión. Paso a paso se va abriendo camino entre la aglomeración de los primeros metros. Después de pasar el estrechamiento de la calle La Iglesia, y entrar en el tramo de calle más ancha, como corresponde al ritual, los quintos/as y mozos siempre solicitaban permiso al cura para bailar la jota delante del Santo. Este año, según me informa una de las quintas, no sé si porque nadie les había informado, por olvido, o porque la dirección de la procesión la llevaba un Diácono, se han saltado este trámite. El primer baile de la jota se inaugura nada más pasar el estrechamiento de calle entre la Iglesia y la Casa de la familia Pérez. Así, de esta forma y sin parar, estaremos bailando hasta regresar al punto de partida.
Bárbara y Judith son las primeras que saltan al centro de la calle e inician el baile con la tradicional jota de nuestro pueblo “La Mariloli”. De inmediato, y unos metros más adelante, se le unen todas las demás quintas, María, Patricia y Arancha. Observando con detalle se puede comprobar que a las chicas no se las da mal la jota, se nota que se han preocupado de ensayar los pasos para no desentonar en un día tan importante. Los chicos, Francisco y Miguel Ángel, se suman al grupo. De verdad, que en lo tocante al baile y el cante los chicos en general (bueno haciendo honor a la verdad, en esto y en otras cosas más) somos más torpes que las chicas. Nada más había que observar a los quintos, dando los primeros pasos y lo que les costó coger el ritmo de la jota. Después de dejar a los protagonistas del evento que lucieran sus dotes de bailarines, se unen a la jota un gran número de jóvenes y gente mayor del pueblo. Al llegar a la plaza de la Constitución podemos observar la energía con la que bailan dos “mozos” muy bailones ellos, y de los que más bailan todos los años en todo el trayecto de la Procesión: José Rodríguez y Pepe de Castro. Por esta razón no es de extrañar que estén presentes en varias de las fotografías del reportaje.
Procesión 2010. /FR
Primera parada Plaza-Calle Medina
Sin parar ni un segundo de bailar llegamos a la plaza y la calle Medina. En este lugar la procesión hace su primera parada de varios minutos. Como marco y trasfondo: la panera de los hermanos García Hidalgo y la Iglesia. En este lugar, más abierto, se cuenta con un espacio mayor lo que propicia que se anime más gente a participar en la jota. Aquí fue cuando yo mismo salté al ruedo para bailar una jota con mi hija María. Bueno, como alguno somos de lágrima fácil, no quiero describir con palabras la profunda emoción y el enorme orgullo que sentí al llevar a cabo ese sencillo pero entrañable acto. A partir de aquí que cada uno aporte de su propia cosecha y con imaginación lo que se puede llegar a sentir como padre y Bercialeño en esos momentos. Unas quince o veinte parejas más se unen a nosotros y se van turnando en el baile; unos lo dejan para tomar aliento, y los sustituyen otros de refresco, para no cesar de bailar y acompañar al Santo.
He de reconocer que no soy muy aficionado a bailar, y por lo tanto, no suelo prodigarme a la hora de participar en la jota. Creo que la vez anterior fue (como no podía ser de otra forma) cuando entró en quinta mi hijo Fernando, en el año 2004. Y no es que no me guste, pero claro, cada uno participa y ve la fiesta de una forma distinta, unos con su participación directa y activa, y otros, como yo, recogiendo el testimonio visual, gráfico u escrito de este acontecimiento de la fiesta o de otros que han sucedido en el pueblo. Precisamente, por situarme en esa parte de la celebración, no he salido casi nunca en los reportajes fotográficos, como es lógico, no se puede estar en misa y repicando.
(En los últimos 25 años he visto la fiesta a través del objetivo de mí cámara fotográfica o la de vídeo, siendo testigo privilegiado de instantes muy importantes vividos en el transcurso de las fiestas y en otros momentos históricos acaecidos en nuestro pueblo. Cientos, miles de fotografías están almacenadas en mi archivo fotográfico, pero no sólo de las fiestas, sino también de cualquier acontecimiento importante que haya sucedido en el pueblo en estas últimas décadas. Desde las avenidas del río Zapardiel, en el año 1997, hasta la última: la inauguración del Aula Arqueológica del Tomillar en junio de 2009. Pero si este archivo es un tesoro para mí, más importante son aún los miles de documentos que he logrado reunir relacionados con la historia de Bercial desde el año 1250 (S. XIII) primera referencia escrita que aparece sobre la historia de Bercial hasta nuestros días. Documentos y legajos que he recopilado durante años en mi peregrinar por los archivos Históricos de varias provincias: desde el Archivo Histórico Provincial y el Archivo Diocesano en Ávila; el Archivo Histórico Nacional de Simancas, el Histórico Provincial, el Diocesano y La Chancillería en Valladolid; El Archivo Diocesano de Salamanca y el Archivo histórico Nacional en Madrid. Espero y deseo que esta documentación (interesantísima y apasionante en muchos casos) en la que esta plasmada la historia de ocho siglos de nuestro pueblo, algún día nos sirva para hacer la historia de Bercial.)
Un Saludo.
Bercial de Zapardiel, 24 de marzo de 2010