¡Qué camino tan agradable es este; la vista desde la cruz de granito que está en la linde de la tierra de tío Chicho es fabulosa y desde ella se contempla todo el contorno de nuestro pueblo, parece un gran navío con su palo mayor con las velas desplegadas (la iglesia) que navega por océano de espigas verdes o amarillas según la época.