Para mi gusto, esta es una de las vistas más bonitas de nuestro pueblo y desde donde mejor se aprecian los distintos colores con que la naturaleza va pintando nuestro municipio. En cualquier época del año, desde aquí, la vista se recrea y nuestro espíritu se apacigua y tranquiliza y podemos engañarle haciéndole pensar que el tiempo no ha transcurrido y que de pronto esa paz se convertirá en un hervidero de mulas y carros pululando por estos caminos(naturalmente si logras evadirte de los ruidos de motores de los coches que circulan por la carretera), pero en definitiva merece la pena intentarlo.