Isabel y Fernando (S.XV) decidieron como cualquier joven pareja pasar noche en esa morada barroca (S.XVI), ya que habian visto los planos de una empresa constructora de la Comarca y les gustó tanto el diseño que optaron por pasar la noche en una tienda de campaña en el lugar donde iba a ser emplazada la casa. Sólo unas décadas después fueron excavados los cimientos, levantadas paredes y cubiertos los tejados, acabando en un tiempo récord y ajustándose al presupuesto. Sus dueños pagaron religiosamente la correspondiente hipoteca, fueron felices y comieron avutarda asada con garbanzos y vino verdejo... Esto lo he sacado de una enciclopedia que encontré hace años debajo de una ¿encina?...