El candeledano es muy fiel a sus
tradiciones: la
Semana Santa (que organiza la Muy Antigua y Verdadera Cofradía de la Santa Vera
Cruz, con sus célebres
procesiones, las
calles llenas de fieles y no tan fieles aunque sólo sea por oír cantar las saetas a los cantaores famosos que acuden año tras año), las
ferias (entre el 18 y el 23 de agosto, donde aún es posible ver a los
ganados estabulados en la Cañada, para su venta), las
fiestas (2º domingo de setiembre, con la novena y posterior subida al hermoso
Santuario de Chilla), los
Santos (1 de noviembre, asitiendo a la misa en recuerdo de los difuntos en el bello
cementerio de
Candeleda, y con su moragá y calvotá), y
Navidad y Año Nuevo (rondando por las calles con las pandillas de mozas y mozos tocando las enormes zambombas y calderos, típicos de Candeleda), como más señaladas. En todas ellas, y cada una con su peculiar manera de celebración (sus cantes,
bailes en las
plazas Mayor y del
Castillo, y las
reuniones familiares y de
amigos), las mujeres y los hombres candeledanos dan rienda suelta a su alegría, cantando y
bailando sus bonitas canciones, que se mantienen de forma casi milagrosa a través de los tiempos. Profundizar en tan bellas y extensas
costumbres es una atractiva actividad cuyo resultado siempre produce una grata satisfacción. Si queréis verificarlo os invito a que asistáis a alguna, y a todas si podéis, de estas fechas que os cito. Además, si la visita es en
verano, podéis aprovechar para daros un buen baño en sus bellas
piscinas naturales y
comer sus manjares:
sandías, tomates, pimientos y
frutas, y sus exquisitas carnes; si lo hacéis en
otoño, podéis disfrutar de unos atardeceres fabulosos y del espectacular
paisaje que ofrece el enorme bosque candeledano, con sus claroscuros y tonos verdes y ocres de sus hojas, y con la
nieve cubriendo las cimas de Gredos. Si es en
invierno, gozaréis de un clima no excesivamente frío, veréis las grandes riadas de su garganta, las altivas cumbres cubiertas de nieve, y disfrutaréis con su especial ambiente social en
bares y tabernas. Os garantizo que quedaréis altamente sorprendidos, al tiempo que participaréis en los actos más populares y desenfadados que se dan en toda la extensa nación que se llama
España.