CANDELEDA: NAVIDAD 2015
Ramón Lorente De la Luna
La Navidad candeledana es muy especial. Los días alrededor de Navidad y hasta pasado el día de Reyes, los tradicionales instrumentos navideños, calderillos, calderos y calderones, de hierro, de bronce o de cobre, aquellos donde se cocían antes los avíos para las matanzas, junto a zambombitos, zambombas y zambombones, algunos enormes, como uno de más de un metro de diámetro y más de dos metros de largo, que es preciso llevar en un carro, posiblemente la zambomba más grande del mundo mundial, atronarán las calles de Candeleda, junto a las bonitas tonadas y canciones navideñas. A ellos se unirán sartenes, almireces, yerros, botellas de rascar, y algún que otro instrumento de cuyo nombre no me acuerdo ahora.
Las fiestas de Navidad son alegres en cualquier parte. Pero son singulares en toda la comarca de la Vera, especialmente en Candeleda. Son días familiares, de estar juntos, de ir de una casa a otra, donde las buenas gentes se convidan en lo que buenamente tienen.
Son días de aguinaldo, de dar algo a los demás en estos tiempos de dificultades económicas. El aguinaldo estará en razón de lo que se ha sacado durante el año, y de lo que se espera sacar el venidero. Así se organizan las cuadrillas de pequeños, que ya desde chicos empiezan a imitar a sus mayores en el arte de tocar los instrumentos arcaicos, de allá de los primeros años del hombre.
Las canciones son realmente preciosas. Recuerdo algunas que se me quedaron grabadas muy hondo. En el Palacio del Ruiseñor:
1 Estando trabajando 2 Yo la dije rubita,
en el palacio del Ruiseñor, si usted me quiere,
yo vide una rubita yo soy su amor,
muy pequeñita me enamoró. le regalaré una cajita,
yo vide una rubita llenita, llenita,
muy pequeñita me enamoró de polvos de arroz.
5 Ere una mielosa 6 Cómo quieres que olvide,
que con tus mieles habiendo estado,
viva el amor, viva el amor,
a todos los enmielas las horas y minutos
y a mí no puedes, contigo hablando,
y adiós, adiós. y adiós, adiós.
Aunque otras me resultaban un poco guasoncillas. Una pelirrubita:
Una pelirrubita
me la ha plantado,
viva el amor
teniendo yo más leyes
que un abogado,
y adiós, adiós.
Y no puede faltar la letra de alguna jotilla. Si me quieres escribir:
Ya sabes dónde yo vivo
si me quieres escribir,
ya sabes dónde yo vivo.
en la sierra con mis cabras,
muerto de frío y sin vino.
A la tu ventana hay una zambomba,
pa que se diviertan, ay, los de la ronda,
ay los de la ronda y los de Candeleda
a la tu ventana hay una alameda.
Pero a todos, mujeres y hombres, nos traerán aquellos bellos recuerdos de nuestra infancia, y de nuestra juventud. Nos acordaremos de aquella linda muchacha, o de aquél muchacho, que desde pequeños era nuestra ilusión de cara a formar una familia, y que por razones nimias, que hoy nos avergonzarían, no pudo ser. Otros y otras si formaron una familia, hoy ya con sus hijos y nietos. Muchos seguirán viviendo en Candeleda, otros se habrán visto obligados por la fuerza del destino, a fijar sus domicilios en otras poblaciones.
Pero a todos, por igual, nos volverán aquellos recuerdos de nuestra infancia y de nuestra juventud, cuando juntos en cuadrilla, pedíamos el aguinaldo de casa en casa, y tocábamos por las calles nuestros básicos instrumentos musicales. Eso sí, todos sabíamos nuestras preciosas canciones.
Desde estas líneas quiero para a todas las personas que participan en la web “pueblos-españa. org/”, y a todo el mundo, que estas entrañables Fiestas nos animen algo más el espíritu, y que tengamos fe en nuestro futuro.
También os animamos a seguir confiando en que Dios nace en Belén para todos, incluso para los que no le esperan.
Vaya desde estas líneas mi mejor deseo para todos de una
FELIZ NAVIDAD 2015 Y VENTUROSO AÑO 2016
Ramón Lorente De la Luna
La Navidad candeledana es muy especial. Los días alrededor de Navidad y hasta pasado el día de Reyes, los tradicionales instrumentos navideños, calderillos, calderos y calderones, de hierro, de bronce o de cobre, aquellos donde se cocían antes los avíos para las matanzas, junto a zambombitos, zambombas y zambombones, algunos enormes, como uno de más de un metro de diámetro y más de dos metros de largo, que es preciso llevar en un carro, posiblemente la zambomba más grande del mundo mundial, atronarán las calles de Candeleda, junto a las bonitas tonadas y canciones navideñas. A ellos se unirán sartenes, almireces, yerros, botellas de rascar, y algún que otro instrumento de cuyo nombre no me acuerdo ahora.
Las fiestas de Navidad son alegres en cualquier parte. Pero son singulares en toda la comarca de la Vera, especialmente en Candeleda. Son días familiares, de estar juntos, de ir de una casa a otra, donde las buenas gentes se convidan en lo que buenamente tienen.
Son días de aguinaldo, de dar algo a los demás en estos tiempos de dificultades económicas. El aguinaldo estará en razón de lo que se ha sacado durante el año, y de lo que se espera sacar el venidero. Así se organizan las cuadrillas de pequeños, que ya desde chicos empiezan a imitar a sus mayores en el arte de tocar los instrumentos arcaicos, de allá de los primeros años del hombre.
Las canciones son realmente preciosas. Recuerdo algunas que se me quedaron grabadas muy hondo. En el Palacio del Ruiseñor:
1 Estando trabajando 2 Yo la dije rubita,
en el palacio del Ruiseñor, si usted me quiere,
yo vide una rubita yo soy su amor,
muy pequeñita me enamoró. le regalaré una cajita,
yo vide una rubita llenita, llenita,
muy pequeñita me enamoró de polvos de arroz.
5 Ere una mielosa 6 Cómo quieres que olvide,
que con tus mieles habiendo estado,
viva el amor, viva el amor,
a todos los enmielas las horas y minutos
y a mí no puedes, contigo hablando,
y adiós, adiós. y adiós, adiós.
Aunque otras me resultaban un poco guasoncillas. Una pelirrubita:
Una pelirrubita
me la ha plantado,
viva el amor
teniendo yo más leyes
que un abogado,
y adiós, adiós.
Y no puede faltar la letra de alguna jotilla. Si me quieres escribir:
Ya sabes dónde yo vivo
si me quieres escribir,
ya sabes dónde yo vivo.
en la sierra con mis cabras,
muerto de frío y sin vino.
A la tu ventana hay una zambomba,
pa que se diviertan, ay, los de la ronda,
ay los de la ronda y los de Candeleda
a la tu ventana hay una alameda.
Pero a todos, mujeres y hombres, nos traerán aquellos bellos recuerdos de nuestra infancia, y de nuestra juventud. Nos acordaremos de aquella linda muchacha, o de aquél muchacho, que desde pequeños era nuestra ilusión de cara a formar una familia, y que por razones nimias, que hoy nos avergonzarían, no pudo ser. Otros y otras si formaron una familia, hoy ya con sus hijos y nietos. Muchos seguirán viviendo en Candeleda, otros se habrán visto obligados por la fuerza del destino, a fijar sus domicilios en otras poblaciones.
Pero a todos, por igual, nos volverán aquellos recuerdos de nuestra infancia y de nuestra juventud, cuando juntos en cuadrilla, pedíamos el aguinaldo de casa en casa, y tocábamos por las calles nuestros básicos instrumentos musicales. Eso sí, todos sabíamos nuestras preciosas canciones.
Desde estas líneas quiero para a todas las personas que participan en la web “pueblos-españa. org/”, y a todo el mundo, que estas entrañables Fiestas nos animen algo más el espíritu, y que tengamos fe en nuestro futuro.
También os animamos a seguir confiando en que Dios nace en Belén para todos, incluso para los que no le esperan.
Vaya desde estas líneas mi mejor deseo para todos de una
FELIZ NAVIDAD 2015 Y VENTUROSO AÑO 2016