
enhorabuena a puerteño por esos dos textos sobre nuestro buen cura parroco y la triste y vergonzosa realidad que vivimos con nuestros jovenes. ambos son dignos de figurar en cualquier periodico y el ultimo sobre todo debe remover nuestras conciencias. pero a quienes va dirigido no tienen la inteligencia y la conciencia minima como para poder asumirlo y sacar provecho de tan sabias lineas. gracias y de nuevo, enhorabuena.