Cualquiera, al ver fotos de su pueblo, ahora, en las llamadas redes sociales, experimenta de manera totalmente involuntaria e inconsciente un impulso de empezar a rebuscar en los datos que tiene almacenados en el “sobrao”, con la vista perdida en el infinito, con una mueca sonriente en los labios y con el pensamiento de que parece que fue ayer, y, no han pasado los cinco años de Fray Luis de León, sino muchos más. Y no puede uno por menos que empezar a recordar las andanzas y aventuras que nos teníamos ... (ver texto completo)