Acepto la invitación, de que me muestres tu
pueblo, Carol, y espero visitar algún día el
Barco, vivo con esa ilusión y no la perderé nunca, me hace sentir bien y llena de esperanza. Al viajar ya a orillas del Tormes en tus pensamientos, me hace sentir conocedor de un lugar que nunca vi. Que suerte tiene los barcenses de contar con personas como tu Carol, gente así son las que hacen grande y acogedor a un pueblo. Gracias por ser así, gracias por ser mi
amiga, muchas gracias de corazón. No cambies
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