Primeras horas de la mañana sobre el caserio Barcense, donde el rocio de la noche despierta de los tejados, el humo de las chimeneas avisan al vecindario de las primeras brasas que calentarán los primeros cafés del dia, mientras los timidos rayos del sol acarician las cumbres nevadas de Gredos en la mañana primaveral de la villa del Tormes.