La
torre fue
edificio militar y religioso, puesto de vigilancia y
reloj que marcaba los tiempos de oración. En el
tejado, casi plano, con cubierta de madera, viven las
cigüeñas, entre las ocho pirámides adornadas con bolas y añadidas en el siglo XV. Los tres
ábsides se comunican entre sí a través de
arcos semicirculares, de perfil rectangular.