Hay que pensar que era muy corriente poner a las personas el apodo de la profesión y que, lógicamente, a Cristóbal Colón acompañarían muchos hombres "del
barco". Sin embargo, sí que está bien probado documentalmente que el grumete llamado Antón del Barco desempeñó tal puesto en una de las naves del segundo viaje, la Gutierra, devengando por su ocupación 666 maravedíes mensuales.