La recia imagen del
puente une las riberas del
río junto a la ciudad. Viniendo de Bejar, o de Tornavacas o, simplemente de
La Carrera, en la propia entrada de
Barco de
Ávila, se encuentra el viajero con este verdadero
monumento tendido de vera a vera del río. A un lado la ciudad, al otro algunas
casas dispersas entre el verde de
árboles y arbustos y, junto a la barandilla de la
foto, un pequeño
jardín público que nos regala un delicioso ambiente de serenidad que obliga a detenerse, prestar oído al rumor de las
aguas y respirar profundamente el frescor que nos rodea.