Iglesia de
San Andrés
Iglesia característica del mudéjar de la zona, del siglo XII, en la que destaca su
torre, de planta cuadrada y muros lisos en el cuerpo inferior, combinándose la mampostería con el ladrillo. En su cuerpo superior, dos
arcos por lado, apuntados con archivoltas dobles, enmarcados en alfiz coronados con hileras de facetas que hacen las funciones de impostas. Rematada en tres vanos cuadrados con un sencillo tejadillo. Su acceso es semejante a Sta. María la Mayor de
Arévalo, de
escalera embutida en el muro.
El
ábside, totalmente
románico, de mampostería en su parte baja y sillería en la alta.
Adosadas dos columnillas con
capiteles de cuadrúpedos y aves y coronado por
canecillos con elementos decorativos de aves, monos, lobos, figura humana y vegetales, emparentados con los más antiguos de S. Vicente de
Ávila. El interior sufrió una reforma barroca que oculta su
fábrica primitiva, si bien tras el
retablo se aprecian restos de pinturas murales Románicas de 1436. Actualmente se han realizado diferentes catas en varios puntos del templo, descubriéndose varias
esculturas Románicas en los capiteles de las
columnas del
altar mayor, y en las jambas de la entrada lateral de la iglesia.