Alfredito, mi más sincera enhorabuena. Lo que son las cosas, jamás pensé que, de llegar, algo que parecía difícil, me perdería esa
boda pero como la distancia hace el olvido tan siquiera he recibido invitación. Tú no fuiste a la mia y aún no sé por qué. Dile a Pepa, esa gran mujer a la que quiero muchísimo, que no llore mucho. Pepa, por fín se va a aprovechar ese precioso ajuar que le has preparado al niño. Un besos muy fuerte para los novios y mis mejores deseos de
felicidad.