Recuerdo ahora, a mis cincuenta y pico años, aquellas travesuras del
Arbol de las Horcas, y tambien de aquellas "¿gamberradas"?. Cuando éramos pequeños, nos orinaban los mayores, y después, cuando éramos mayores, orinábamos a los pequeños, lo uno por lo otro y todos tan contentos.
¿Quién de aquellos años y de años anteriores no ha ido por la
noche a
cazar "pájaros al cesto" o a "cazar gamusinos" o a "buscar la sesera"?
Eran bromas que primero las recibias, después las aprendías y por último las
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