Recuerdo, como me imponía la música del organo cuándo era pequeña. Sería precioso poder volver a escucharlo. Es una pena que se haya quedado olvidado y abandonado. mudo desde los años sesenta, este preciosos órgano no ha encontrado ninguna mano que haga vibrar la iglesia con sus notas.
muchos recordamos al sr. adelaido y sus kyries, pange lingua y tantum ergo, que emocionaban a todos los fieles como si del organista de becquer se tratara.