No será cebada? Pues ha utilizarlos, que las tradiciones mantienen a los pueblos vivos. Todavía quedan cencerros en el pueblo.hace unos dos años, mis hermanos y yo dimos una cencerrada a una pareja que acababa de casarse. Todos disfrutamos con ello, ya que nos acordábamos de otras cencerradas. ¡Qué bello ver los campos de trigos verdes!
Como siempre he ido en verano los campos estaban teñidos de color dorado... Qué recuerdos de la niñez, cuando el día de San Gregorio subíamos todo el pueblo en romería hasta la Atalaya.
Toda la chiquillería tocábamos los cencerros con frenesí para espantar la plaga de langosta que en épocas pretéritas asolaba los campos de la Moraña.
Era un día doblemente alegre porque no teníamos escuela.
¿Quedan aún cencerros en las casas de Flores?