No llego a comprender cómo se ha podido relacionar al bueno de Abhu con la religión, pués según todas las crónicas de la época, ya hablaban de el cómo de un personaje ateo, mujeriego, bebedor y dado a la mala vida;lo único que le acerca a la iglesia, fueron precisamente sus estancias y permanencias en el regazo de ese Soportal poniéndose hasta las céjas con ese poeta de la mús, siempre rodeado de bellas morañegas que en aquella época frecuentaban el Soportal.
Sin embargo, las própias crónicas de la época, hablan de la cristiana que el bueno de Abhu conoció en una posada que había a la salida de Cantaracillo a Peñaranda, la cual al conocer al bueno de Abhu, abandonó la fé y se hizo tan infiel cómo él, tánto, que llegó a tener un idilio con ese viejo poeta de la mús, pero eso es otra historia para otro momento.
Felicidad para todos.
Sin embargo, las própias crónicas de la época, hablan de la cristiana que el bueno de Abhu conoció en una posada que había a la salida de Cantaracillo a Peñaranda, la cual al conocer al bueno de Abhu, abandonó la fé y se hizo tan infiel cómo él, tánto, que llegó a tener un idilio con ese viejo poeta de la mús, pero eso es otra historia para otro momento.
Felicidad para todos.