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Este carro ha tocado mi vena sensible, me trae recuerdos de otros tiempos
Qué maravilla, estos carros eran verdaderas obras de arte, los he visto hacer no este modelo exactamente, las ruedas era toda una obra de ingeniería la distribución de los radios de las ruedas, con que precisión los marcaba para luego a base de barrena manual y formón o escoplo acoplaban estos en la maza que era la pieza central, que tenían que estar bien ajustados para que con el tiempo no se aflojaran, yo era un crio y me pasaba las horas contemplando cómo lo hacía,, todo esto lo realizaba una sola persona el carpintero especializado en estos trabajos desde la construcción de las ruedas hasta el resto de la carrocería, todo ello de la forma más artesanal
El cepillo mecánico para hacer el regruésado de las piezas, era de lo más curioso, se hacía girar un volante muy grande con una polea de cuero reduciendo la vuelta al eje del la pieza del cepillo con ello se multiplicaba la velocidad de giro a las revoluciones necesarias, dado que el cepillo requería unas revoluciones muy altas, y esto el maestro carpintero se valía de algún voluntario que pasaba por el taller, dado que no requería demasiado esfuerzo físico, el hacer girar al volante
Qué maravilla, estos carros eran verdaderas obras de arte, los he visto hacer no este modelo exactamente, las ruedas era toda una obra de ingeniería la distribución de los radios de las ruedas, con que precisión los marcaba para luego a base de barrena manual y formón o escoplo acoplaban estos en la maza que era la pieza central, que tenían que estar bien ajustados para que con el tiempo no se aflojaran, yo era un crio y me pasaba las horas contemplando cómo lo hacía,, todo esto lo realizaba una sola persona el carpintero especializado en estos trabajos desde la construcción de las ruedas hasta el resto de la carrocería, todo ello de la forma más artesanal
El cepillo mecánico para hacer el regruésado de las piezas, era de lo más curioso, se hacía girar un volante muy grande con una polea de cuero reduciendo la vuelta al eje del la pieza del cepillo con ello se multiplicaba la velocidad de giro a las revoluciones necesarias, dado que el cepillo requería unas revoluciones muy altas, y esto el maestro carpintero se valía de algún voluntario que pasaba por el taller, dado que no requería demasiado esfuerzo físico, el hacer girar al volante