
Horcajo significa unión de
ríos, mientras que el nombre de Trabancos (afluente del Duero que cruza la villa) deriva de vocablos prerromanos que podrían significar poblado (
casas) al lado del
río.
El mismo nombre “de las
torres” nos indica que Horcajo tuvo su pequeño peso en la
historia de
Ávila.
Su estructura es de una ciudad
medieval de carácter nuclear donde la
iglesia esta situada en el punto mas elevado. Esta población se formo a partir del reinado de Alfonso VI; fue ocupada por los musulmanes pero apenas tenemos huellas. Todas sus
calles están abiertas por sus extremos.
En
Horcajo de las Torres hubo una calzada
romana o también llamada cañada que unía Peñaranda con Medina.
La iglesia junta con la
parroquia da lugar a una ronda en la que parece que antiguamente hubo una
muralla.
Horcajo de las Torres, al norte de la provincia de Ávila, vió llegar al emperador el 6 de noviembre de 1556. Según señalan los escritos esto supuso un alivio para Carlos V pues, como él mismo clamó, "gracias a Dios que no tendré ya más visitas ni recepciones".
El
pueblo, azotado por la historia, fue una importante villa en el siglo XII. Ya en 1250 la iglesia de
San Julián y
Santa Basilisa fue consagrada por el obispo de Ávila, lo que demuestra su poder. El esplendor de Horcajo se vio frenado en 1700 con la destrucción total del pueblo, en la batalla entre las tropas del futuro Felipe V y del archiduque Carlos de
Austria.