Vamos a poner comentario a la foto, para que no esté vacia.
A ver si acierto desde donde etá tirada esta foto, porque en la otra hubo un pequeño cálculo. Opino que esté hecha mas o menos desde la hera de tió Luis, aquella que estaba toda rodeada de unos pilares de piedra de granito delimitando su perimetro. Los chavales soliamos saltar todos ellos a horcajadas como si jugaramos a "dolar" o a la "Mula".
Siguiendo con la foto creo que está hecha desde casi en frente de la Caseta de la Luz que hemos visto en otra foto con el Depósito del agua. Por donde iba La Vereda que llevaba a las casas de la Dehesa de Aldeamuña y despues hasta El Soto.
Los primeros árboles que se ven, son cuatro chopos inmensos que había cuando yo era pequeño y, que increiblemente ahí siguen inalterables al paso del tiempo.
Este lugar era conocido como Los Balcones por el saliente que había en la peña justo frente a los chopos.
Era un sitio muy acogedor y apacible y, también solía servir de lugar de reunión y juego, puesto que había un gran espacio de cesped que venía muy bien para sentarse y tumbarse a la sombra de los casi históricos árboles. En ese punto, en el río, se solía formar una balsa que utilizábamos para bañarnos.
En fin como podeis ver un lugar para el esparcimiento, entretenimiento y descanso maravilloso como casi todos los puntos de Horcajuelo.
Los "árbolitos" verdes oscuros, casi negros, son las primeras encinas de la dehesa de Aldeamuña. En Horcajuelo hay dos dehesas cuyos nombres coinciden con el de los ríos, la de Arevalillo y la de Aldeamuña, no sé quién cogio el nombre de quién, supongo que los ríos ya estarían cuando se instalaran las dehesas.
Las encinas que vemos se hallaban a la derecha del Camino que llevaba a Bravos. Las encinas, a buen seguro centenarias, si no milenarias, y, que nadie se asombre, la que se halla justo en el centro de la foto, ahí está, con su inclinación de siempre, levantando su ramaje para saludar al pueblo y, el pueblo que la vea. Cuántos años llevaran estas "nuestras encinas" que no son nuestras en propiedad, pero sí lo son por cuanto forman parte de nuestros recuerdos, formando parte del paisaje de allí, formando parte de la historia del pueblo.
Al fondo se halla el colosal Cerro Santo, que si alguna vez hubiera abierto sus compuertas hasta Horcajuelo se hubiera inundado. Pues según los cometarios de los antepasados, que se van pasando de boca en boca, este Monte estaría lleno de agua.
¡Cuantas cosas de podían ver desde Horcajuelo!
Bueno que hoy ya es otra vez viernes y, hay que salir un poco antes para estar un ratito con los amigotes para tomar unos vinitos.
Besos y abrazos para todos. Hasta la próxima.
A ver si acierto desde donde etá tirada esta foto, porque en la otra hubo un pequeño cálculo. Opino que esté hecha mas o menos desde la hera de tió Luis, aquella que estaba toda rodeada de unos pilares de piedra de granito delimitando su perimetro. Los chavales soliamos saltar todos ellos a horcajadas como si jugaramos a "dolar" o a la "Mula".
Siguiendo con la foto creo que está hecha desde casi en frente de la Caseta de la Luz que hemos visto en otra foto con el Depósito del agua. Por donde iba La Vereda que llevaba a las casas de la Dehesa de Aldeamuña y despues hasta El Soto.
Los primeros árboles que se ven, son cuatro chopos inmensos que había cuando yo era pequeño y, que increiblemente ahí siguen inalterables al paso del tiempo.
Este lugar era conocido como Los Balcones por el saliente que había en la peña justo frente a los chopos.
Era un sitio muy acogedor y apacible y, también solía servir de lugar de reunión y juego, puesto que había un gran espacio de cesped que venía muy bien para sentarse y tumbarse a la sombra de los casi históricos árboles. En ese punto, en el río, se solía formar una balsa que utilizábamos para bañarnos.
En fin como podeis ver un lugar para el esparcimiento, entretenimiento y descanso maravilloso como casi todos los puntos de Horcajuelo.
Los "árbolitos" verdes oscuros, casi negros, son las primeras encinas de la dehesa de Aldeamuña. En Horcajuelo hay dos dehesas cuyos nombres coinciden con el de los ríos, la de Arevalillo y la de Aldeamuña, no sé quién cogio el nombre de quién, supongo que los ríos ya estarían cuando se instalaran las dehesas.
Las encinas que vemos se hallaban a la derecha del Camino que llevaba a Bravos. Las encinas, a buen seguro centenarias, si no milenarias, y, que nadie se asombre, la que se halla justo en el centro de la foto, ahí está, con su inclinación de siempre, levantando su ramaje para saludar al pueblo y, el pueblo que la vea. Cuántos años llevaran estas "nuestras encinas" que no son nuestras en propiedad, pero sí lo son por cuanto forman parte de nuestros recuerdos, formando parte del paisaje de allí, formando parte de la historia del pueblo.
Al fondo se halla el colosal Cerro Santo, que si alguna vez hubiera abierto sus compuertas hasta Horcajuelo se hubiera inundado. Pues según los cometarios de los antepasados, que se van pasando de boca en boca, este Monte estaría lleno de agua.
¡Cuantas cosas de podían ver desde Horcajuelo!
Bueno que hoy ya es otra vez viernes y, hay que salir un poco antes para estar un ratito con los amigotes para tomar unos vinitos.
Besos y abrazos para todos. Hasta la próxima.