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HORCAJUELO: Al hilo del comunicante anterior, quiero aportar una...

Este año, al igual que en los dos anteriores, asistí a la Fiesta Patronal de Horcajuelo que se celebra en honor de San Lorenzo. Fiestas, tan repetidamente, inigualables en toda la zona. Su especial Misa Mayor, su atípica procesión con sus jotas castellanas y todo al pasar por la Plaza del Pueblo y posteriormente la subasta de los “bancos” del Santo para meterle nuevamente en la Iglesia.
Nada más entrar en el Pueblo y llegar a la Plaza, pude comprobar como se había reconstruido, aunque más bien sustituido, en su totalidad este edificio el Hogar del Jubilado, que había sido Tele-Club y en sus inicios Escuela del Pueblo.
Nada mas verlo me entró una especie de escalofrío, un temblor me recorrió el cuerpo de arriba a bajo, mi memoria recuperó las pocas ocasiones que pude ver los montones de documentos, libros de texto y de lectura, cuadernos etc. que había en la entrecubierta o el “sobrao” de este edificio. ¿Qué habría sido de ello? ¿Qué habrían hecho con todo? ¿Lo habrían guardado? O habría ido a la escombrera con los escombros del viejo edificio. Me consolaba yo sólo pensando que lo más seguro es que lo habrían recogido para restaurarlo y guardarlo en algún archivo con el resto de documentos del pueblo. Estoy seguro que ha sido así.
Saludos para todos

Al hilo del comunicante anterior, quiero aportar una información de primera mano, vivida por mí, como persona que por edad seguramente podría ser padre de ese/esa comunicante; que con tanta sensibilidad, por cierto, se interesa por las cosas de su pueblo- De paso, también, me sumo a su interrogantes sobre donde han ido a parar aquellos viejos libros "nuestros libros"

Eran los primeros años de la década de los cincuenta. Tengo nítidas en mi memoria las lágrimas de la maestra -si recuerdo bien, Dª Consuelo Zancajo- cuando le pidió a un alumno que abriera aquella trampilla del techo y subiera al altillo o "sobrao" un montón de libros. Había recibido una Orden "de arriba" por la cual aquellos libros de lectura y de texto tenían que ser retirados de la circulación, de la lectura incluso de la vista de los alumnos; sin eufemismos, quedaban prohibidos. Yo era pequeño y no recuerdo sino el nombre de uno de los autores confinados: Larra, autor al que seguramente aquel gesto me impulsó a conocer pasados los años.

Esa es la génesis de aquellos libros del "sobrao" a los que supongo se añadieron el resto cuando el edificio en cuestión dejó de ser escuela.

Realmente no eran -en número- una Biblioteca importante, pero eran libros, y a buen seguro que los responsables de decidir su destino, cuando se han hecho las obras, los habrán depositado en un lugar digno. No puedo pensar que hayan quedado -castigados hasta el infinito- emparedados en la reconstrucción o enterrados entre escombros.

EN MEMORIA DE LAS LÁGRIMAS DE UNA BUENA MAESTRA, espero que ese pequeño, en número insisto, patrimonio escolar, esté a buen recaudo en alguna Biblioteca o Museo Comarcal. Y así si algún día tenemos un impulso incontrolable de nostalgia, podremos ir a visitarlo, a encontrarnos con las páginas de nuestras primeras lecturas. Si alguien conoce este dato, sobre su paradero, por favor que lo escriba aquí.

Gracias a el/la comunicante que me ha llevado a este recuerdo; que quiero compartir con todos, y engrosar así el patrimonio de "cosas del pueblo" Aunque no sea algo tan... "tangible" como el río, la fuente, la cuesta, o las Águedas y su procesión. Esto solo es el recuerdo de una parte infinitesimal de la Historia de un pueblo; de la ESCUELA, de un Horcajuelense.
Saludos.