Lo prometido es deuda, marchando:
Un progre estará siempre fascinado por las dictaduras populistas, sobre todo si los dictadores llevan barba, son caribeños y hacen discursos de varias horas.
Un progre gusta de llevar camiseta con el nombre o fotografía de un revolucionario y a su vez protestar contra EEUU, a sabiendas que el representado en la camiseta es un asesino y el segundo es el responsable de que perviva la democracia en muchos países.
Un progre gusta de defender a los okupas, pero cada vez que sale de casa cierra con llave la puerta y conecta la alarma, para que no entre nadie.
El progre es intolerante con quien no sigue las consignas, ve y enaltece las películas de Almodóvar, lee el País únicamente, defiende las cuotas por si mismas sin mas justificación, nunca se pregunta el porqué , le gusta que se asedien las sedes del PP, le fascina vociferar insultos contra Aznar.
Dentro de estos progres, existe un grupo de privilegiados los llamados “socialistas de caviar” que abogan constantemente por políticas de talante social, regulaciones contra grandes empresas, reclaman subidas de impuestos, etc. Etc. Sin embargo su forma de actuar en sus acciones privadas, están en contradicción con su demagogia pública y dogmática. Es en esta forma de actuar donde cada uno de vosotros conoceréis a alguno y habréis podido comprobar que ni tienen talante, que defraudan todo lo que pueden y mas, y que la solidaridad que la hagan otros. Lo suyo es suyo y lo de los demás también.
Por lo anterior, queda claro que hoy en día lo más fácil es ser progre, pues dicho adjetivo resulta ley, estamos en una dictadura progre, resultando sospechosa la libertad individual.
Aunque sea duro seguiré siendo liberal, por los siguientes motivos:
Porque disfruto siendo libre, a pesar de los ataques de los sectarios.
Porque no sacrificaré mis ideas y valores por parecer políticamente correcto para evitar ataques de los sectarios.
Porque ningún partido, gobierno, secta o persona dirija o solamente insinue como he de vivir mi vida.
Porque seguiré pensando por mi mismo y por tanto siendo libre.
Sin mas.
Un progre estará siempre fascinado por las dictaduras populistas, sobre todo si los dictadores llevan barba, son caribeños y hacen discursos de varias horas.
Un progre gusta de llevar camiseta con el nombre o fotografía de un revolucionario y a su vez protestar contra EEUU, a sabiendas que el representado en la camiseta es un asesino y el segundo es el responsable de que perviva la democracia en muchos países.
Un progre gusta de defender a los okupas, pero cada vez que sale de casa cierra con llave la puerta y conecta la alarma, para que no entre nadie.
El progre es intolerante con quien no sigue las consignas, ve y enaltece las películas de Almodóvar, lee el País únicamente, defiende las cuotas por si mismas sin mas justificación, nunca se pregunta el porqué , le gusta que se asedien las sedes del PP, le fascina vociferar insultos contra Aznar.
Dentro de estos progres, existe un grupo de privilegiados los llamados “socialistas de caviar” que abogan constantemente por políticas de talante social, regulaciones contra grandes empresas, reclaman subidas de impuestos, etc. Etc. Sin embargo su forma de actuar en sus acciones privadas, están en contradicción con su demagogia pública y dogmática. Es en esta forma de actuar donde cada uno de vosotros conoceréis a alguno y habréis podido comprobar que ni tienen talante, que defraudan todo lo que pueden y mas, y que la solidaridad que la hagan otros. Lo suyo es suyo y lo de los demás también.
Por lo anterior, queda claro que hoy en día lo más fácil es ser progre, pues dicho adjetivo resulta ley, estamos en una dictadura progre, resultando sospechosa la libertad individual.
Aunque sea duro seguiré siendo liberal, por los siguientes motivos:
Porque disfruto siendo libre, a pesar de los ataques de los sectarios.
Porque no sacrificaré mis ideas y valores por parecer políticamente correcto para evitar ataques de los sectarios.
Porque ningún partido, gobierno, secta o persona dirija o solamente insinue como he de vivir mi vida.
Porque seguiré pensando por mi mismo y por tanto siendo libre.
Sin mas.
Un progre estará siempre fascinado por las dictaduras populistas, sobre todo si los dictadores llevan barba, son caribeños y hacen discursos de varias horas.
Un progre gusta de llevar camiseta con el nombre o fotografía de un revolucionario y a su vez protestar contra EEUU, a sabiendas que el representado en la camiseta es un asesino y el segundo es el responsable de que perviva la democracia en muchos países.
Un progre gusta de defender a los okupas, pero cada vez que sale de casa cierra con llave la puerta y conecta la alarma, para que no entre nadie.
El progre es intolerante con quien no sigue las consignas, ve y enaltece las películas de Almodóvar, lee el País únicamente, defiende las cuotas por si mismas sin mas justificación, nunca se pregunta el porqué , le gusta que se asedien las sedes del PP, le fascina vociferar insultos contra Aznar.
Dentro de estos progres, existe un grupo de privilegiados los llamados “socialistas de caviar” que abogan constantemente por políticas de talante social, regulaciones contra grandes empresas, reclaman subidas de impuestos, etc. Etc. Sin embargo su forma de actuar en sus acciones privadas, están en contradicción con su demagogia pública y dogmática. Es en esta forma de actuar donde cada uno de vosotros conoceréis a alguno y habréis podido comprobar que ni tienen talante, que defraudan todo lo que pueden y mas, y que la solidaridad que la hagan otros. Lo suyo es suyo y lo de los demás también.
Por lo anterior, queda claro que hoy en día lo más fácil es ser progre, pues dicho adjetivo resulta ley, estamos en una dictadura progre, resultando sospechosa la libertad individual.
Aunque sea duro seguiré siendo liberal, por los siguientes motivos:
Porque disfruto siendo libre, a pesar de los ataques de los sectarios.
Porque no sacrificaré mis ideas y valores por parecer políticamente correcto para evitar ataques de los sectarios.
Porque ningún partido, gobierno, secta o persona dirija o solamente insinue como he de vivir mi vida.
Porque seguiré pensando por mi mismo y por tanto siendo libre.
Sin mas.
Un progre estará siempre fascinado por las dictaduras populistas, sobre todo si los dictadores llevan barba, son caribeños y hacen discursos de varias horas.
Un progre gusta de llevar camiseta con el nombre o fotografía de un revolucionario y a su vez protestar contra EEUU, a sabiendas que el representado en la camiseta es un asesino y el segundo es el responsable de que perviva la democracia en muchos países.
Un progre gusta de defender a los okupas, pero cada vez que sale de casa cierra con llave la puerta y conecta la alarma, para que no entre nadie.
El progre es intolerante con quien no sigue las consignas, ve y enaltece las películas de Almodóvar, lee el País únicamente, defiende las cuotas por si mismas sin mas justificación, nunca se pregunta el porqué , le gusta que se asedien las sedes del PP, le fascina vociferar insultos contra Aznar.
Dentro de estos progres, existe un grupo de privilegiados los llamados “socialistas de caviar” que abogan constantemente por políticas de talante social, regulaciones contra grandes empresas, reclaman subidas de impuestos, etc. Etc. Sin embargo su forma de actuar en sus acciones privadas, están en contradicción con su demagogia pública y dogmática. Es en esta forma de actuar donde cada uno de vosotros conoceréis a alguno y habréis podido comprobar que ni tienen talante, que defraudan todo lo que pueden y mas, y que la solidaridad que la hagan otros. Lo suyo es suyo y lo de los demás también.
Por lo anterior, queda claro que hoy en día lo más fácil es ser progre, pues dicho adjetivo resulta ley, estamos en una dictadura progre, resultando sospechosa la libertad individual.
Aunque sea duro seguiré siendo liberal, por los siguientes motivos:
Porque disfruto siendo libre, a pesar de los ataques de los sectarios.
Porque no sacrificaré mis ideas y valores por parecer políticamente correcto para evitar ataques de los sectarios.
Porque ningún partido, gobierno, secta o persona dirija o solamente insinue como he de vivir mi vida.
Porque seguiré pensando por mi mismo y por tanto siendo libre.
Sin mas.