Las
noches de
primavera refrescan en el
valle de
La Carrera pero dejan vistas espectaculares; las curvas, aunque rodeen una
iglesia, siempre son prometedoras o parece que nos llevan a otro sitio; esta hace tiempo escondió, en el muro de la iglesia un avispero insurrecto que trajo graves problemas. Muchos lo recordaran.