Se ha de tener especial atención con la fuente, que es una de las imágenes emblemáticas de La Colilla. La fuente de la plaza, una recia construcción de granito erigida en 1919 por el entonces alcalde Rosendo Martín. Ubicada en el mismo lugar que otra anterior, ya mencionada por el Diccionario de Pascual Madoz de 1849, consta de dos pilones, con juntas selladas con plomo y dos grandes monolitos prismáticos que cobijan sendos caños que no han llegado a extinguirse ni durante los veranos más secos.