Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
¡eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
Versos de Antonio Machado, dedicados a la memoria de mi abuelo Juan (el churro), que murió cuando yo tenía cuatro años, y que hoy celebraría su cumpleaños, en memoria de aquellas palabras que me decía y que aún recuerdo (las únicas), en la pena de no haber sido apenas llevada por su mano.
En memoria de la esperanza, que nunca se la tragará la tierra.
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
¡eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
Versos de Antonio Machado, dedicados a la memoria de mi abuelo Juan (el churro), que murió cuando yo tenía cuatro años, y que hoy celebraría su cumpleaños, en memoria de aquellas palabras que me decía y que aún recuerdo (las únicas), en la pena de no haber sido apenas llevada por su mano.
En memoria de la esperanza, que nunca se la tragará la tierra.