Aquí estaba la tienda de ultramarinos del pueblo. Recuerdo que de niña iba a comprar a casa de Pedro y Teodora. Ellos siempre eran amables y educados. Recuerdo abrir la puerta de la calle y avanzar por el patio hasta llegar a la tienda, que siempre me hipnotizada allí podías encontrar de todo. Mi recuerdo para ellos.