Siempre fue la congregación de las madres agustinas de Madrigal,
reunión de importantes damas de la nobleza española, y buena prueba de ello es que en el
Convento de Extramuros, profesaron doña Esperanza y doña María de
Aragón, hijas naturales de Fernando el Católico, por orden de su esposa Isabel, así como una hija ¡legítima del emperador Carlos 1, que falleció muy
joven ahogada en un
pozo. Tal importancia concedieron los Reyes Católicos al
monasterio que prohibieron matar sus palomas, bajo pena
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