El
Convento de las Madres Agustinas fue el
Palacio de Juan II de Castilla y el lugar en el que nació su hija Isabel I de Castilla, más conocida por Isabel la Católica. En el siglo XVI fue cedido a las religiosas agustinas por Carlos V y funciona desde entonces como convento. El convento de Nuestra Señora de Gracia es, a día de hoy, el inicio de la Ruta de Isabel la Católica.