Madrigal de las Altas Torres es, por lo pronto, un pueblo de hermosísimo nombre; casi como un verso renacentista, y tiene un hermosísimo trazado circular; como si fuera el de un plano de ciudad utópica; de manera que todo esto le da una resonancia antigua y de muy variados reflejos, a comenzar por el de su impronta mudéjar tan admirable.