LA VILLA DE MAGAZOS.- Los restos conservados de la villa de Magazos son solo una escultura, grupo de Tritón y Nereida, y un mosaico policromo de tema geometrico.
Este grupo de Tritón y Nereida de mármol y el mosaico de una habitación es todo lo que se conoce de una importante villa romana que existiió en el término municipal de Magazos.
Fue descubierto en 1945, precisamente porque, en el laboreo de la tierra, el arado sacó a la luz fragmentos de una escultura. Tras una prospección en 1963 se comprobó que no quedaban mas restos, ni era posible reconstruir su planta, ni saber mas sobre sus habitantes.
Los TRITONES, centauros marinos, son en la mitología clásica los acompañantes de Neptuno, dios de las aguas. Forman junto con las Nereidas, ninfas del mar, su sequito. Como centauros son mitad hombres y mitad caballos. En este caso al ser marinos, son mitad hombres -tronco, cabeza y brazos- y mitad caballos de mar de larga y ondulada cola. Su representación, que sugiere el ritmo del oleaje, resulta muy ornamental, como todo lo relacionado con el agua; por eso es un tema muy abundante en las artes decorativas romanas, y no falta en sus villas, tanto en relación con las termas o baños, como en las fuentes o albercas del centro de los patios.
Esta escultura, aunque de bulto redondo, está hecha para ser vita frontalmente, como si se tratara de un relieve. La reconstrucción del grupo, a base de los fragmentos conservados, ha sido posible por similitud con los relieves de Tritones y Nereidas que adornan algunos frentes de sarcófagos romanos.
Este grupo de Tritón y Nereida de mármol y el mosaico de una habitación es todo lo que se conoce de una importante villa romana que existiió en el término municipal de Magazos.
Fue descubierto en 1945, precisamente porque, en el laboreo de la tierra, el arado sacó a la luz fragmentos de una escultura. Tras una prospección en 1963 se comprobó que no quedaban mas restos, ni era posible reconstruir su planta, ni saber mas sobre sus habitantes.
Los TRITONES, centauros marinos, son en la mitología clásica los acompañantes de Neptuno, dios de las aguas. Forman junto con las Nereidas, ninfas del mar, su sequito. Como centauros son mitad hombres y mitad caballos. En este caso al ser marinos, son mitad hombres -tronco, cabeza y brazos- y mitad caballos de mar de larga y ondulada cola. Su representación, que sugiere el ritmo del oleaje, resulta muy ornamental, como todo lo relacionado con el agua; por eso es un tema muy abundante en las artes decorativas romanas, y no falta en sus villas, tanto en relación con las termas o baños, como en las fuentes o albercas del centro de los patios.
Esta escultura, aunque de bulto redondo, está hecha para ser vita frontalmente, como si se tratara de un relieve. La reconstrucción del grupo, a base de los fragmentos conservados, ha sido posible por similitud con los relieves de Tritones y Nereidas que adornan algunos frentes de sarcófagos romanos.