La profundidad es de medio metro aproximadamente, de hecho, ya deben estar totalmente destruídos por las vertederas. Esta cicunstancia ya la conoce el arqueólogo provincial al que invité hace tres años para que comprobara "in situ" el estado en que se encontraban. Por eso es importante protestar ante la Consejería de Cultura de la Junta de
Castilla y León para que intenten rescatarlos.