Pasadas las 11:00 h del miércoles, 6 de julio de 2016, los habitantes de Mercadillo nos quedamos helados tras el tremendo estruendo que produjo EL RAYO. Todos intuíamos que había caído cerca. El pueblo se quedó completamente a oscuras, las calles parecían la boca del lobo. No fue hasta la mañana siguiente, cuando descubrimos dónde había impactado EL RAYO. Sentimos una pena y una desolación tremendas. Sabíamos que acabábamos de perder algo muy querido. Parte de nuestra Historia se había venido abajo. No teníamos claro si sería posible reconstruirla. Las expresiones de los vecino reflejaban la desolación. Fue como un mal sueño del que despertamos de golpe. Las imágenes hablan por sí solas...